Postales del conflicto

corregimiento de Cestillal

Cañasgordas, 1997

Vivía con sus hermanos en un terreno que heredaron de su padre y cada uno tenía su propia casa. Ella decidió arrendar su casa y estuvo viviendo con su madre en la propiedad de su hermano que estaba por unos días en Medellín, pero el 8 de mayo de 1992 lo asesinaron por los lados de la Minorista.

En marzo de 1997, los paramilitares incursionaron en Cestillal, cometieron un homicidio y rayaron las paredes, tres meses después, citaron a los habitantes del pueblo en el parque principal del corregimiento para que asistieran a una reunión. Al mismo tiempo, cinco integrantes de este grupo llegaron hasta su casa, ingresaron a la vivienda e hicieron salir a su madre y a su hija recién nacida, cuando estuvo sola con ellos, la agredieron sexualmente. Luego la llevaron con el resto de su familia y allí asesinaron al esposo de su hermana que estaba en todo el centro del parque principal, separado de las demás personas. Después de esto, el grupo armado les dio orden a todas las personas de regresar a sus casas, excepto a ellas, las amenazaron y les dijeron que se debían ir y no podían denunciar lo ocurrido. Tras el sepelio de su cuñado se desplazaron hacia la ciudad de Medellín y dejaron los predios en arriendo, sin embargo, las condiciones de violencia en el corregimiento se hicieron tan insoportables que los inquilinos también se desplazaron. Las viviendas quedaron abandonadas y como no tenían quién las cuidara, finalmente se cayeron.

En 2011, miembros de la comunidad le informaron que la alcaldía estaba dando escrituras de los predios a las personas que aún no las tenían, pero cuando volvió con su hermana, dos de sus primas habían ocupado la tierra sin su consentimiento, argumentando que los lotes también eran su herencia. Comenzaron un proceso legal para recuperar los predios, pues ninguna de las cuatro tenía papeles por tratarse de una herencia verbal. Aunque pudieron confirmar que ella y su hermana ejercieron actos de señoría sobre la tierra durante mucho tiempo, no tienen deseos de regresar al corregimiento. Cinco años después del hecho de violencia sexual del que fue víctima, buscó ayuda de profesionales de la salud, sin embargo, señala que aún no ha logrado superar lo que vivió.

Radicado 05045-31-21-001-2021-00168-00